Decía un amigo, al que tuve el gusto de frecuentar hace años, que el ser humano por naturaleza desea ser inmortal. Quizás el miedo a lo desconocido nos provoca el rechazo a la muerte. Las religiones, de una u otra manera, a través de la resurrección, reencarnación o la transmutación a otro estado espiritual nos incitan a creernos imperecederos.
Sabemos que nos vamos a morir pero no obstante nos resistimos a esa idea. Nuestra cultura no nos enseña a bien morir. Nos induce a creer que vivir para siempre es “chachi”. Que morirse es una desgracia. Así que nos estamos preocupando toda nuestra vida de no morirnos nunca en lugar de vivirla con la intensidad del que sabe que la muerte es un proceso tan natural como la vida misma.
Éste amigo me contaba como muchos colegas suyos, él se dedica a la sanidad mental, se empeñaban en sacar libros para plantear tesis y más tesis sobre los inescrutables estados mentales; escribían en revistas artículos extensísimos para apoyar o contradecir algo de lo leído u oído a otros colegas, todavía vivos o ya fenecidos. Dándose el caso de leerse tomos, artículos o cualquier texto para después hacer una salsa impropia que salpimentar a su propio gusto, para mayor gloria de la pseudo-ciencia. De lo que se trata es de que sus obras sean una prolongación de su vida, algo así como asegurarse la perennidad eterna. Fabricarse, ellos mismos, en vida esa estatua figurada, que enclavada en la plaza de la memoria colectiva, los mantenga en el recuerdo de los que los sobrevivirán.
Es una pena porque algunas personas con una trayectoria gris aunque con cierta relevancia social por sus negocios, por aquella empresa que supo llevar con más o menos acierto durante toda su vida o quizás como responsable de algún medio de comunicación con cierta influencia social no se resignan al final de sus días, a morirse sin más. Un día su soberbia le descubre que necesita reconocimiento post-morten y entonces la lían. Se inventan un ideal bucólico con atisbos místicos. Encienden la gran hoguera de su vanidad y truenan cuales arcángeles trompeteros llamando a arrebato a los endebles mentales, a aquellos mesías de las verdes praderas, a los irredentos de la última revolución pendiente y a los que creen que han aprendido la Historia leyendo colorines. Soflama consignas para que lo autoproclamen portavoz de su propia causa, esa causa que no es otra que resistirse a ser olvidado, a buscar la inmortalidad a costa de casi lo que sea.
Bienvenidos a CUATRO GATOS... pasen y lean.
Hola amig@s:
Ya ven, los gatos canarios nos atrevemos a enseñar las uñas en este espacio "blogerístico".
Pretendemos ser unos gatos cultos, más o menos, creativos
y de nuestro tiempo, con el permiso de todos.
Aquí aparecerán nuestras
aportaciones (poesía,
relato, fragmentos, fotografía, y
otras manifestaciones
gatunas).
Les animamos a que nos envíen
sus opiniones e incluso sus
aportaciones, todo ello
dentro del marco
constitucional y de respeto a los
gatos y demás fauna
que caminan o
pululan por este mundo.
Por aquello de que "con
el mazo dando y a
Dios... muy buenas y
hasta pronto".
Felinos saludos.
Gatonio y cía.
sábado, 13 de marzo de 2010
Como veníamos diciendo...
Después de estos meses de inactividad gatuna me siento extraño. Me cabreé mucho con algunas cuestiones de mi vida que, ahora, no vienen a cuento. Sólo espero poder continuar escribiendo en este espacio y que todo aquello que escribo en servilletas, libretas nuevas que mancho con algunas frases y pasan a engrosar la mesilla de noche, cuando no a mejor vida. Eso que no tengo tiempo o no me atrevo, por cobardía, intentar (ojo, digo intentar)... todo eso tenga aquí su lugar de encuentro.
El gato inexcusable.
El gato inexcusable.
lunes, 28 de julio de 2008
jueves, 24 de julio de 2008
El Arte de Vestir la Intimidad
LA IDENTIDAD FRAGMENTADA
El thriller político – policial "La identidad Fragmentada" cuya
acción incide en los mitos de la cultura aborigen guanche se presenta en el CC de Los Cristianos
El 15 de febrero a las 20.00 horas en el Centro Cultural de Los Cristianos, tuvo lugar la presentación de la novela La identidad fragmentada, del escritor tinerfeño Javier Hernández Velázquez. La obra, dentro de la Colección Parabellum de la Editorial Benchomo, es un thriller político – policial, cuya acción incide en los mitos de la cultura aborigen guanche. La novela es la segunda de su autor, después de Factotum. El acto, presidido por el concejal de Cultura del ayuntamiento de Arona Miguel Ángel Méndez y moderado por Antonio Núñez-López, contará con la presencia del novelista grancanario Antonio Lozano, último ganador del premio Benito Pérez Armas con su novela Cenizas de Bagdad, ganador del Premio NOVELPOL en 2003 con Harraga, y Premio Internacional de Novela Negra Ciudad de Carmona en 2006 con El caso Sankara.
Argumento:
“Una noche de tormenta del año 1826 desaparece de la cueva sagrada una Imagen cuyo secreto teje la trama de La identidad fragmentada: la identidad de un pueblo a la deriva y de un asesino: Yulian Blanco, enviado de los siglos para impartir justicia. Su sangre es heredera de la nobleza guanche, de los antiguos hombres de la isla de Chinet, vencidos y sometidos en el siglo XV de la era cristiana. En pleno siglo XXI, cuando los altares y los dioses están olvidados, la vieja religión resurge dramática y sangrienta. La Orden del Sol intenta rescatar un mundo perdido fuera del tiempo que les tocó vivir. Como testigo de excepción, el inspector Carles Pedregal indaga de nuevo en la historia pasada y presente de las islas. Será el comisario catalán el que abra el abanico de las probabilidades y encienda el ventilador de la investigación.”
Javier Hernández Velázquez
Nació en Santa Cruz de Tenerife un martes 13 de agosto de 1968, bajo el signo astral de Leo, en el epicentro de una época de grandes revoluciones culturales y políticas como las revueltas estudiantiles del mayo francés, la radicalización del Maoísmo en China o la invasión de las tropas soviéticas tras la primavera de Praga.
Cursó estudios desde Kinder hasta COU en el Colegio de La Salle-San Ildefonso en Santa Cruz de Tenerife. Posteriormente se licenció en Derecho por la Universidad de la Laguna y accedió a la condición de funcionario de carrera de la Administración Local, primero en el ayuntamiento de Arona (desde septiembre de 1996 hasta diciembre de 2007) y en el ayuntamiento de Candelaria (desde diciembre de 2007 en comisión de servicios).
Casado y padre de dos hijos gemelos (Alba y Samuel), que nacieron en julio de 2005, actualmente, y desde el año 2000, tiene su residencia habitual en el municipio de Tacoronte y pasa los meses de verano en la localidad costera de Los Cristianos.
Le gustan los deportes, en especial el baloncesto estadounidense; viajar (especial predilección por Manhatan y París); la música de Bob Dylan y Luis Eduardo Aute; la pintura impresionista, particularmente Van Gogh; las novelas de Antonio Muñoz Molina, John Case; y el cine (sobre todo si es de la Edad de Oro de Hollywood, el Western crepuscular o cualquier película de Paul Newman).
Su trayectoria literaria se limita a la publicación de dos novelas Factotum, sobre las luchas de poder y la corrupción institucional, y La identidad fragmentada, que incide en los mitos y tradiciones aborígenes guanches, ambas obras en clave de thriller y dentro de la colección Parabellum de la editorial Benchomo.
Participa como contertulio en el programa La Puerta Sonora de Radio Norte, así como ha tenido colaboraciones en las revistas culturales La Puerta y Lunula.
acción incide en los mitos de la cultura aborigen guanche se presenta en el CC de Los Cristianos
El 15 de febrero a las 20.00 horas en el Centro Cultural de Los Cristianos, tuvo lugar la presentación de la novela La identidad fragmentada, del escritor tinerfeño Javier Hernández Velázquez. La obra, dentro de la Colección Parabellum de la Editorial Benchomo, es un thriller político – policial, cuya acción incide en los mitos de la cultura aborigen guanche. La novela es la segunda de su autor, después de Factotum. El acto, presidido por el concejal de Cultura del ayuntamiento de Arona Miguel Ángel Méndez y moderado por Antonio Núñez-López, contará con la presencia del novelista grancanario Antonio Lozano, último ganador del premio Benito Pérez Armas con su novela Cenizas de Bagdad, ganador del Premio NOVELPOL en 2003 con Harraga, y Premio Internacional de Novela Negra Ciudad de Carmona en 2006 con El caso Sankara.
Argumento:
“Una noche de tormenta del año 1826 desaparece de la cueva sagrada una Imagen cuyo secreto teje la trama de La identidad fragmentada: la identidad de un pueblo a la deriva y de un asesino: Yulian Blanco, enviado de los siglos para impartir justicia. Su sangre es heredera de la nobleza guanche, de los antiguos hombres de la isla de Chinet, vencidos y sometidos en el siglo XV de la era cristiana. En pleno siglo XXI, cuando los altares y los dioses están olvidados, la vieja religión resurge dramática y sangrienta. La Orden del Sol intenta rescatar un mundo perdido fuera del tiempo que les tocó vivir. Como testigo de excepción, el inspector Carles Pedregal indaga de nuevo en la historia pasada y presente de las islas. Será el comisario catalán el que abra el abanico de las probabilidades y encienda el ventilador de la investigación.”
Javier Hernández Velázquez
Nació en Santa Cruz de Tenerife un martes 13 de agosto de 1968, bajo el signo astral de Leo, en el epicentro de una época de grandes revoluciones culturales y políticas como las revueltas estudiantiles del mayo francés, la radicalización del Maoísmo en China o la invasión de las tropas soviéticas tras la primavera de Praga.
Cursó estudios desde Kinder hasta COU en el Colegio de La Salle-San Ildefonso en Santa Cruz de Tenerife. Posteriormente se licenció en Derecho por la Universidad de la Laguna y accedió a la condición de funcionario de carrera de la Administración Local, primero en el ayuntamiento de Arona (desde septiembre de 1996 hasta diciembre de 2007) y en el ayuntamiento de Candelaria (desde diciembre de 2007 en comisión de servicios).
Casado y padre de dos hijos gemelos (Alba y Samuel), que nacieron en julio de 2005, actualmente, y desde el año 2000, tiene su residencia habitual en el municipio de Tacoronte y pasa los meses de verano en la localidad costera de Los Cristianos.
Le gustan los deportes, en especial el baloncesto estadounidense; viajar (especial predilección por Manhatan y París); la música de Bob Dylan y Luis Eduardo Aute; la pintura impresionista, particularmente Van Gogh; las novelas de Antonio Muñoz Molina, John Case; y el cine (sobre todo si es de la Edad de Oro de Hollywood, el Western crepuscular o cualquier película de Paul Newman).
Su trayectoria literaria se limita a la publicación de dos novelas Factotum, sobre las luchas de poder y la corrupción institucional, y La identidad fragmentada, que incide en los mitos y tradiciones aborígenes guanches, ambas obras en clave de thriller y dentro de la colección Parabellum de la editorial Benchomo.
Participa como contertulio en el programa La Puerta Sonora de Radio Norte, así como ha tenido colaboraciones en las revistas culturales La Puerta y Lunula.
lunes, 9 de junio de 2008
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